jueves, 22 de agosto de 2013

¡Dame el antídoto, día!
¡dame la llave,
despójame de encierro!
¡exonérame..!
de mis propias miserias...
que aferradas (¡y desde sus uñas infectas!),
ambiciosas (neutralizando ternuras),
obstinadas, torpes,
pero fundamentalmente: repelentes
recrudecen ante mí
con el ímpetu de mil insólitas tenazas
y corazones
son los que yacen
embebidos en ese aire grueso y
¡lúgubre..!
de domingo insolentemente perpetuado

miércoles, 7 de agosto de 2013

Ya bien sabido pero ojo: eso no implica haber puesto en marcha el sentido del gusto, oh no; hablamos de sapiencia y no de sabor, aunque si de esto último se trata... es vox pópuli: estamos corrompidos por un espíritu-limón que nos corroe la sangre al grito de "más, más!" y tu milanesa se ahoga en un aceite digno de sinsentido dominguero; sí, dice "tu milanesa", léase: tuya la fritura, tuyo el rebosado, oh, atribulado danzarín macabro! y la corrupción se robó tu memoria y escamoteó tu sensibilidad y ya nadie sabe qué son esas cosas... "con tanta vidriera por recorrer y tanta frívola e impuesta necesidad por saciar, mirá si me voy a poner a..." pero no;
me rehúso, reniego (y lo digo bien fuerte para que todos oigan porque: ME REHÚSO).
¿A qué? ¡A llevar a cabo otro putrefacto, tendencioso e innecesario informe, destinado siempre a adulterar esa aproximación utópica nunca consumada que llamamos realidad, para edulcorar oídos, ojos y barrigas, entiéndase: nobles y necesarios prisioneros corpóreos de señores y señoras huidizos/as en cuanto a aproximación de un ser de "inferior" clase social refiere. Y me rehúso a escuchar a mi propio pelotero cerebral, lleno de caos, empapado de incoherencia, que inyecta veneno en donde supo habitar miel; que impregna dolor donde hubo todo para ser felíz, que sabe a fracaso porque cocina fracaso, que sabe a muerte porque nació degollado...

porque claro, a fin de cuentas: prisión, enemigo, dolor... equivalen a nuestra misma voz.