martes, 29 de abril de 2014

28/04 - Línea B


Eludía los giros incesantes del tiempo
brillaba tras la sombra
bajo lúgubre umbral...
en su gris humanidad
poca data de color
desfalleciente figura
errando en una pausa
que no le pertenece...

martes, 15 de abril de 2014

y la indómita noche ensordecía
todo indigno vestigio;
tus manos contenían
aquello que las mías
habrían de precisar...
y el carnaval infinito
no esperará esta vez...
así nos fundimos
en mítica luna roja
de amor
y madrugada

miércoles, 5 de marzo de 2014

Ni siquiera precisaba exponer nuevamente la ridiculez, que en definitiva era su costado más fiel; su esencia y materia que da sentido (¿desde un punto de vista meramente corpóreo? pongamoslé). Digamos: ¿es preciso mostrar lo ya expuesto?

El chico con patas de araña en su alma (tela, presa y todo), degusta condena por ser quien, por excelencia, sabe de su imposibilidad determinante (y dada ésta, de la impunidad de su autodestrucción, que alardea iridiscente su cola de fiebre y veneno).

Cada nuevo día sueña con no verse afectado por los retorcijos de su propio espíritu que, incesante, vomita una y otra vez y ¿el resultado? siempre drástico... pero ¡claro! la gracia de estos estados es su devenir de laberinto y que no haya plano desde el cual volver... pero el amor está ahí y es más fuerte que un sol de inédita religión.

jueves, 13 de febrero de 2014

Tengo tus ojos
que me dicen del tiempo
del sueño
y del amor

Tengo tus ojos
que me dicen del día
de las sombras
y del ocaso

Tengo tus ojos
que se vuelven sonido:
son toda música precisa
súmamente mística

Tengo tus ojos ya vueltos manos
abrazándome sin tiempo
sin miserias
sin dolor

Tengo mis miserias
que se pierden de tus ojos
de tus manos
de tus sueños
de tu música
de tu mística
y amor

miércoles, 12 de febrero de 2014

Ver una potencial tumba
en cada sitio de fe
ver la decadencia
sin que exista cúpula
como vía a enmudecer;
ver la savia del dolor
(inabordable árbol, soldado del tiempo)
iridiscente y mística;
ver el rumor del fuego
devenido en olvido
y el olvido
vuelto rey

miércoles, 29 de enero de 2014

Habita dentro de mí
a rostro desnudo
(y velo ausente,
y velo desdibujado)
ese viejo artífice del silencio;
siendo así como a su paso
nada queda
nada sobrevive
todo desfallece,
siendo el presente
fértil escenario de un diluvio sombrío
¿y si mañana, quizá
ese impulso gimiera de dolor
y su última bocanada fuese inhibida por mis manos
desprovistas ya, ellas, de torpeza toda, y de escrúpulos?
ah, no... ya no habría significante...
y el dolor siempre es voraz
e insaciable