Un abismo nos separa
un improbable arrojo
hacia el centro de la decisión tomada

Un eco que se esconde
una voz que ya no acude
teléfono y ausencia al otro extremo

Ensueños que invalidan
todo paso a la materia
brazos aprisionan
en virtud de la belleza

Voces que sumergen
la experiencia en lo perpetuo
hasta que el afuera arda en su hastío

Inmaterial
y tan real
como perfume
que retorna en lo inmediato

A veces sueño
volver atrás
y hasta se viste intercambiable
la decisión

Obtener jugo de un sinsabor
Saltar un inmenso paredón
No sentir temor al apagón
Trasgredir el umbral del dolor.

Pintar los días nuevos con crayón
monocromo, bucle de terror.
Amarrarle cuerdas al sol
e impedir una vuelta más.

Deberíamos retener el tiempo
y no dejarlo escapar
podría incluso disponer mi cuarto
y confinarlo hasta noviembre

Fotografiemos y que haya testigos
de esta pausa que aconteció
mientras, vivamos este negativo
velado y agridulce

El mar está extrañado
porque nadie viene a visitar
El reloj se ha suicidado
y el viento espera a resoplar

Galerías sin sonido
es el eco de lo que no vendrá
resonando en lo profundo
del cuerpo olvidado en el puñal

Como el agua corre el tiempo
y ese tiempo olvidará
lo que quedará en promesas
encerrado en lo virtual

Las capturas ya son fondo
no hay figura que pueda renovar
ese bucle inaguantable
en que ha devenido la realidad

Como el aire, ocupo inquieto
todo espacio en mi radar
enojado está el espejo
por quedarse sin señal