lunes, 18 de noviembre de 2013

Pálido el llanto de la combulsionada muerte;
(siendo "muerte" el más apropiado término para hablar
de un hedonismo ya olvidado, o de nulo reflejo de supervivencia)
corazón se retuerce de un placer que no es tal cosa, de pulsión saciada y consumada que de ninguna forma puede encontrarnos satisfechos, porque la trampa es que esa satisfacción precise justamente de dos, tres, innumerables distensiones más, que en realidad nunca se precipitan finalmente como tales... que nunca harán la voluntad de la voz que las ha nombrado, y de alguna manera así es como cobran vida propia y es un tercero el yo que ya no es y nos corrompe... tal como "el hombre que debería ser"... tal cual lo que el mundo erige y luego señala para derribar sin titubeos, sin escrúpulos... sin el más mínimo rubor.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El trajín semanal
degusta su banquete con forma de
espejo
siendo mi rostro el que luce ésa
y no otra
máscara

¿Las alarmas impuestas?
¿Los múltiples televisores?:
encadenando fuegos
a las sillas impotentes

La excitación se manifiesta
desde y hacia la exibición
y no hay libertad si el cuerpo
fue cooptado
y vuelto
molde

Occidente escribe el monopolio:
gestando macabro sentimiento devoto;
delimitando el campo del sentido,
suprimiento tácitamente
tu bocanada
cúlmine.

jueves, 22 de agosto de 2013

¡Dame el antídoto, día!
¡dame la llave,
despójame de encierro!
¡exonérame..!
de mis propias miserias...
que aferradas (¡y desde sus uñas infectas!),
ambiciosas (neutralizando ternuras),
obstinadas, torpes,
pero fundamentalmente: repelentes
recrudecen ante mí
con el ímpetu de mil insólitas tenazas
y corazones
son los que yacen
embebidos en ese aire grueso y
¡lúgubre..!
de domingo insolentemente perpetuado

miércoles, 7 de agosto de 2013

Ya bien sabido pero ojo: eso no implica haber puesto en marcha el sentido del gusto, oh no; hablamos de sapiencia y no de sabor, aunque si de esto último se trata... es vox pópuli: estamos corrompidos por un espíritu-limón que nos corroe la sangre al grito de "más, más!" y tu milanesa se ahoga en un aceite digno de sinsentido dominguero; sí, dice "tu milanesa", léase: tuya la fritura, tuyo el rebosado, oh, atribulado danzarín macabro! y la corrupción se robó tu memoria y escamoteó tu sensibilidad y ya nadie sabe qué son esas cosas... "con tanta vidriera por recorrer y tanta frívola e impuesta necesidad por saciar, mirá si me voy a poner a..." pero no;
me rehúso, reniego (y lo digo bien fuerte para que todos oigan porque: ME REHÚSO).
¿A qué? ¡A llevar a cabo otro putrefacto, tendencioso e innecesario informe, destinado siempre a adulterar esa aproximación utópica nunca consumada que llamamos realidad, para edulcorar oídos, ojos y barrigas, entiéndase: nobles y necesarios prisioneros corpóreos de señores y señoras huidizos/as en cuanto a aproximación de un ser de "inferior" clase social refiere. Y me rehúso a escuchar a mi propio pelotero cerebral, lleno de caos, empapado de incoherencia, que inyecta veneno en donde supo habitar miel; que impregna dolor donde hubo todo para ser felíz, que sabe a fracaso porque cocina fracaso, que sabe a muerte porque nació degollado...

porque claro, a fin de cuentas: prisión, enemigo, dolor... equivalen a nuestra misma voz.

lunes, 29 de julio de 2013

No pueden atraparnos

Obstinados los cuerpos;
obstinado el tiempo (tal vez saturado de envidia)
obstinada la piel que arde en erupciones y venenos,
obstinada toda musculatura adolorida y adormilado el espíritu
cuando ese dolor
vence;
y aún al borde del celo-boicot,
no pueden
(lo cual envenena)
y redoblan apuestas:
médicos, instructores,
digitando el devenir de millones de mesas de operaciones vivientes;
el destino en persona, vestido de sacerdote y cinturón de castidad
pero no,
no pueden con nosotros,
vestidos de amor,
vestidos de burbuja de ciudad
omnipotente
vestidos de destino, amparados bajo su luna indómita,
enajenados y sin culpa,
absortos y totalmente orgullosos de eso, al compás de un unísono que reza:
"No pueden atraparnos"

lunes, 15 de julio de 2013

y Ella concede:

razón de ser.
júbilo adolescente.
pasión incomensurable.
complemento lunar para un sol que se calcina a sí mismo;
todo centro energético disponible;
todo cúmulo de vibraciones posible.
Días en los que el despertar se viste de blanco
e invita, intrépido, a una nueva y flamante vorágine multicolor.
Noches en las que errantes nubes
se deshacen de vergüenza
condensan
y mueren
(renacen)
Besos desmaquillados por defecto,
besos a trasluz,
besos indómitos,
besos de masapán que desmigajan
de tan tiernos,
de tan frescos,
de tan reales.

¿Quién concede?
Ella:
la Vida en bicicleta,
la consumada canción de medianoche,
la loba eterna,
o Ludmila, hermosa y simplemente.

lunes, 1 de julio de 2013

Manifestaciones

Nebulosa:
como ¿amor? ineludible;
como cúlmine unión insoslayable;
como miedo hecho carne,
como masa corpórea tiesa a merced de ese miedo;
como única alternativa factible para el trompo loco: dispuesto a girar por siempre;
como déficit energético que (en tu profunda y no por ello menos... funesta visión) se roba para sí,
siquiera un segundo y de tus manos, su dulce miel;
como celebración impune de los propios impulsos
que nos encierran con la temible amenaza:
abstemia y casta,
contradictoria y lóbrega:
masa encefálica

domingo, 16 de junio de 2013

tomad por las astas,
que lucen forma de corona corrompida
(tal vez por voraces hongos
ineludibles a través del tiempo
devotos de su propio accionar macabro y
[paradójico no?]
soberano)
a ese viejo y obstinado núcleo de fiebre
que renace
y despilfarra su vorágine de humo negro
su danza macabra
su claro mensaje devastador
su ladrido cúlmine
su último y vano desgarro;
apretaros hasta lo violáceo de la cólera
hasta las ganas y consiguiente pulsión de devorárselo desde las venas
desde primitiva ebullición
desde y hasta el inhóspito rojo vivo
desde y hasta el sentimiento más sensato posible.


viernes, 14 de junio de 2013

Súbita transparencia
me pediste:
no traición;
no contradicciones;
incomensurable luna roja
beso pincel: sin herirla;
señalaste
oíste mi verdad:
y no sirve
para quien del espíritu espera
no basta.

en tanto:
¿le hablo a una mujer?
¿le habla a las sombras?

Habla al descubrimiento:
le cuenta al devenir,
y "camino" hoy se dice:
conocimiento.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Al ras de la memoria
se encuentra adormilada
la sombra del
boicot:
voraz, amarga,
virtuosa en su afán
de llevárselo
todo
consigo

Y junto a la sombra,
el cadáver reluciente
de la luna;
ella, ¡ésa!
reina noctámbula
devenida en magros restos
condenados no al olvido, sino:
a nunca haber sido

martes, 28 de mayo de 2013

Imberbes los miedos
los armónicos fictos
el recelo primero
y encabezando la jugada: aquellas huecas (típicas) vociferaciones que a una (imposible desde la suspicacia pero cruda, tangible, real y certera en la praxis) idiotez conforman y consolidan como tal.

Ahora bien: imberbe
no implica jovial...
... mucho menos espiritu
pues, ¡vamos! hazte de tiempos
reniega, en el hastío,
de esta perezosa muerte
que ríe
llora
y todo
inc-
umbe

Que se vista de verde
la mona
que se llame doncella
e invite a jugar

Desenvuelve, indoblegable, la guerra final
cuyo cúlmine anfiteatro
sabe a pensamiento
más que a corazón.

miércoles, 8 de mayo de 2013



Las noches en vela saben de consumaciones
las horas al límite exponen contra-máscara y bien:
¿caras internas, no son siempre
ellas, las más dulces?

Los días, a vista general, inofensivos
se guardan un grueso silencio:
conllevan el verdadero caos:
y silencio es lo mismo
que ruido vacío

domingo, 28 de abril de 2013

No hay diluvios
sin un cuerpo resintiéndose
y se dice "uno"
para no insistir en lo mismo:
¿No nos pusimos de acuerdo todos, acaso?
¿No respondemos al mismo gesto, musical, sí, pero también macabro, pálido y errante?
Entonces ¿dónde está la música, cuál es su lugar, dónde ha de guarecerse? ¿Dónde su sentido?
A partir de trocar:
hielo seco por flores;
luna nueva en lugar de frívolos soles

miércoles, 24 de abril de 2013

Centro

Perderme entre la gente,
tragado por la avenida;
por la jauría indomable,
por la garganta del reloj

Ser memoria de secos encéfalos,
ser lo que nunca calificará de recuerdo;
fluír diluyéndome en la mañana turbulenta
sangrar por ésa herida:
arteria de ciudad

Dejarme corromper
por jazzísticos antros
Caer desde alturas indómitas,
raya al medio del plato

Entregar las muñecas
a una prisión de viñedos
y robarle: soga y sombrero,
al policía circense

Perderme en la espesa niebla de las palabras,
saberme olvidado en las antípodas del cielo,
saborear el lunes con un ímpetu de viernes,
desempolvar los domingos que alguien vistió de verde.

lunes, 22 de abril de 2013

Y aunque te parezca
extraño:
todo este tiempo
estuve, por vos, esperando
para seguir el camino
juntos

Para qué perpetuar lazos
condescientes con los tabúes de gente inmóvil;
no es la carne, sino el espíritu
el que se expresa, y esta primera, vehículo,
máscara y portavoz del deseo de ese núcleo
no-corpóreo


No son las manos, no las voces,
enhorabuena, los corazones
rindiéndose tributo
a través del sexo,
a través de la palabra.

Son los ojos...
¿acaso la memoria..?
que a sombra de ellos se alimenta:
porque aunque el destino te robara de mi vista,
ya vestida de milenario resabio, te dibujaría en la nada, proyectada a través
de un cúlmine rayo láser.

¿Y si nos hechan la noche
encima?
Oh no...
Nada opacará nuestro viernes,
solo un diluvio o algo peor.



(más de una frase, acaso la idea global del escrito, son cortesía de Ludmila... bueno, y la primera cita... de Charly, claro)


Si en la danza yo te encuentro
nos juntó, será, este son;
capricho de cíclope loco
quien contempla el suelo afro

y si nos comió el motivo
sin espera, sin paciencia
será que el destino se vistió
de tambor

Hay una rambla
en mi alma
donde te invito, cuando quieras
 a contemplar el candombe
agitando
contra la piedra

Hay un fuego
en este día
donde te espero, como siempre,
a hora del temple,
a compartir conmigo
el amor

miércoles, 17 de abril de 2013

Viudas e hijas de Rosque'nros

"¿Quién sos?"
preguntó su cabeza
ruborizada por lo irrespetuoso
de no (auto)mirarse a los ojos

Rodó
vio sus piernas
sus manos agitarse
el eco de su propia sien, quiero decir: de sí misma

No podía encontrarla en los sones
en los niños
en las guirnaldas
ni en el ocaso;

Atardeceres indomables
se baten a duelo
del puro embole que les provoca lo vano
de la búsqueda
(que sabe a sangre picada)

A esta altura, los poetas se preguntan:
"¿hablo de la cabeza,
hablo de los pesares,
¿o simplemente de ella?"

Y el enrosque del espacio
les concede, a cada uno, según corresponda,
el mote tan ansiado,
merecido... ¡pertinente! (idóneo... si es que habremos, al término, de atribuirle algo...)
para coronarlo (y ¡valgan los honores!), como buen:
¡Marciano!

jueves, 11 de abril de 2013

Una vez pintó una mano
gigantesca
pero no, no es en la pintura,
sino en la plastilina, que aparece su objeto,
su razón de ser,
su materia;
ella, sí, manipulaba las masas:
muñequitos de masapán, en rigor,
y no importaba, oh no,
la imperfección
¿acaso no es perfectible el día?
¿no es perfectible ese histérico devenir?
y ni que hablar de los domingos;
tampoco, claro (recapitulando)
tenía siquiera un mínimo de importancia,
el asunto de las
asimetrías:
¡por favor!
supe de uno que tenía il cuore más chico
recortado con tijera escolar
para no perecer temprano
y vaya paradoja:
es que la eternidad sólo aparece
cuando por delante saboreamos
las sensaciones de aquel
inabordable y hermoso infinito,
llámese hoy (e irremediablemente)
esta cosificación de los sentires más íntimos,
esa incongruencia del corazón con las impurezas del cuerpo,
todo ese sinsabor nefasto
que confluye en un término tan macabro:
adultez.

miércoles, 3 de abril de 2013

Amor

Camaleónico:
toma la forma del engaño,
de dolor,
de prisión.

Malinterpretado,
se viste de hielo,
de fiebre,
de contradicciones.

Malherido,
manipulan con sus manos
armas en sombras,
totalmente lúgubres.

Desbocado,
dice lo que no quiere decir,
oye lo que nunca quisiera,
desconoce lo propio.

Hermoso, empero, dada cualquier forma;
es que los venenos, si bien macabros,
son dulces, siempre dulces,
y el fruto es tierno,
y el domingo algo más sutil.

Así, el olvido sólo nos vuelve fuertes,
y el recuerdo vuelve a besar
su correspondiente
ternura.

martes, 2 de abril de 2013

A destiempo
nos encontramos:
vos me hallaste primero.
A destiempo nos besamos, también
(si bien yo dí el puntapié...)

A destiempo nos quisimos, sí:
yo, pude verlo luego,
pude saberlo después

A destiempo nos separamos,
yo primero,
vos por detrás,
luego al revés
y el tiempo crece, vuelto de goma, vestido de plastilina.

De hecho, Hoy juega de Domingo
y le calza perfecto
el papel de opresor.

Sé que yo actúo, también:
de amo de la culpa,
creador y educador
y ésta, ella, claro: indócil, naturalmente, devuelve los dardos
y es que de eso se trata:

"si esto es como es,
la culpa es tuya", entiéndase, mía,
por amar lo que quisiera(s) ser:
y eso nadie lo tolerará.

martes, 26 de marzo de 2013

Destino, que tienes:

la mirada absorta;
las manos ásperas;
lengua de hielo;
corazón de fiebre;
los dedos tiesos,
piernas locas, indóciles
los ojos detenidos en el tiempo que viene:

¿Qué mano indómita nos mece,
toma,
retuerce y exprime
más allá de la lágrima
cúlmine?

Destino, que tienes
las agujas del juego:
punzas en la llaga
de los tristes y
débiles

lunes, 25 de marzo de 2013

Se viste como

música de bienvenidas;
diatónico sol omnipresente;
días de cromática luna omnipotente;
caramelos sabor año nuevo;
juegos que nunca abdicarían al sueño;
sueños que nunca sacrificarían lo lúdico;
sacrificio que sueña en juegos y al vésre;
plaza sonriente, burbuja de ciudad indiferente;
diluvio que precipita sobre corazones en movimiento;
brujos reconciliados con el azar, encajonado;
jugadores compulsivos coqueteando con la calma y
calma, disfrazada de vértigo;
medianoche que ya no es, tiempo que se desdobla;
finalmente: miedo,
como rostro sucedáneo del amor que
avecina.






jueves, 21 de marzo de 2013

Otoño

Oh, es que ¿no has visto ..?
las hojas, sonándose la espalda contra innumerables pies (descarados)
la brisa, que muestra su gélida y bella contracara (abstracta)
los árboles, que se descubren y enfrentan a la invisible
pero gallarda boca que
pide un deseo
sopla y desnuda sus delgados cuerpos
en un abrir y cerrar de nubes;
los animales; triste, tonta, tierna, insólita o vana-mente inducidos por sus compañeros
a humanizarse
tomar café,
clavar una boina anacrónica,
un tango canino sin malevos armados (por suerte)
Un sábado gris digno de largometraje sordomudo
Un mate nostálgico, como fotografía perdida
La cuadra de aquel beso
La inmortalización gráfica de aquellos otros
y las esquinas futuras, sin embargo
atadas, aún, a lo imprecedible y aleatorio.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Serán otros

los que besen;
los que acompañen;
los que duerman, envueltos, a los pies de la luna;
los que estén del otro lado del teléfono,
del otro lado del brazo,
del otro brazo del tiempo.

Serán otros, esta vez,
los que sepan de nuestros fracasos,
de nuestros sueños agridulces;
de edulcoradas victorias;

y otros serán, también partícipes
de cómo el rostro del mundo
nos come y nos bebe
desde incomensurables
belleza y sabiduría.
Una capa de niebla que todo lo abarca
Una canción que te desconoce
Una fotografía con sus protagonistas en fuga
(y la imagen viajó del futuro
para quedar despojada de la razón de seguir siendo).

Una cuadra que te sugiere en toda pequeña cosa
y te arrebata en la indómita baldosa siguiente
Una vida que nos daba amalgama
y hoy nos enfrenta de forma indigna.

Los domingos: grises
las mañanas ídem
y los impunes sábados por la noche,
toman la oz por su cola
y componen un acéfalo y flamante
león sin
corona
(que rompe en llanto y renace en un golpe de júbilo macabro)

martes, 19 de marzo de 2013

Una nueva manifestación de manos enredándose
Una multiplicidad de ojos contenidos en un disfraz de dos que esperan por tí
Un fuego profundo que avanza desde el lúgubre subsuelo
Un día inexorable que besa las mejillas con la vibra de un mundo acorazado
Un corazón que guarda celosamente aquellos ansiosos retazos de amor que habrán de arborecer
Un racimo de penas que se desgaja y hecha raíces en conexión con el centro de la Tierra
Un día como cualquier otro que ya no contiene penas
Y así debe ser
la energía lila y fosforescente que nos provea
de toda precisa
musculatura

lunes, 18 de marzo de 2013

Hasta que pude verlo,
y encontrar la paz
por la cual mi corazón se abre y se cierra
se mece, duerme y canta en sueños
(lúgubres y alados)

Todo claro,
conciso, puro
e inyectado en veneno pero
¿quién desconoce?

con la bota impiadosa y corrosiva del reloj
todo se muere
y toda el alma florece
(por suerte)







en cursiva: ver "Voz de diamantes" (Eduardo Mateo - Cuerpo y Alma)

Fattoruso nos dio la mano

Ahí estaba
el más negro de los caralunos
con el más afro entre los nipones
al son del tambor, candombe, piano, chico, y el repique desde su espíritu omnipresente;
ahí va, ése que lleva la Historia a upa
saludando, tendiendo la mano
a los que pudimos decirle
gracias
por candombe de luna
y candombe de soles
mientras el centro de la tierra
vibraba con nosotros en mágica contracción
por él, por ellos
portavoces del tambor, de ese toque ancestral.


(gracias al Hugo, por tanta magia)

domingo, 17 de marzo de 2013

y bueno
"la vida es una sola"
"el horno no está para bollos"
"más vale caballo en mano que sangre volando"
está bien
no nos atemos como perro
al tiempo
y que se nos vengan
encima nomás
los días de
manzanas de azufre
confitadas
(y pudre los dientes)
Hagamos de cuenta
que no pasaron casi dos años
y dame ese beso
en esa esquina
en este tiempo
en esta vida
y que esta vez
dure
para
siempre


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Tal vez de a sorbos
puedo
recuperar las cosas
que se me van
hoy
por entre las manos
como agua
devenida en
sal
que inevitablemente caerá
y en ese ocaso
habré de fundirme
en la forma del beso
jamás dado.

Al sr. inventor de la Máquina del Tiempo

Estimado Sr:


Aquí, en la ¿Tierra?, en el día de la fecha, y desde Buenos Aires, es que le escribe una de las tantas almas sensibles que moran por los barrios del sur de la Ciudad, que de puro envalentonado galáctico, tal vez, y dadas las inminentes condiciones de fracasar que avalan la presente, es fundamentalmente que uno se atreve a tirarle un dardo de muerte.

¿Por qué fracasar?, se preguntará usted. ¿Por qué dardo y, sobretodo, de muerte?

Pues bien. Tenga a vuestro conocimiento que, el hecho de haberse fugado o, mejor dicho, tomado el buque (hablemos con propiedad) de nuestro tiempo contemporáneo, nos comprometió hace ya mucho tiempo (nadie sabe bien) en nuestra búsqueda incansable e insoslayable hacia la felicidad, sea ya la que encontramos en logros universitarios, domésticos o, simplemente, aquellos más bien terrenales, pero no por ello menos valiosos, como el gusto de hacerse de doscientos gramos de matambre, cien de queso, panurdi en la esquina y plácate.

Y una nueva pregunta suya podría ser ¿Por qué consideran que yo los comprometí, joder?

Y bueno, loco. Vos fijate: te fugaste con la única, irremplazable, irrecuperable, insustituíble, insinbinguelengúleren samolfa-estrudensqui... en rigor, PUTA receta para volver en el tiempo, viejo!

Ya en sus tiempos (léase todos, inclusive, éste), Eduardo Mateo, se inquietaba hasta el hartazgo por saber de esta ¿breve tal vez? guía de instrucciones ignotas para clavar un Rewind hacia las turbias profundidades de la nostalgia, tan necesario fundamentalmente en domingos como este en el que el día toma la forma de una foca gigante que se duerme en tu espalda luego del correspondiente golpe, certero y abrupto, que nos deja de trompa al sopi.

A lo que voy es a que no puede ser que no le pongas huevos y aparezcas acá ahora, que es cuando la monada y la humánidad (con esa acentuación desde lo fonético, sí) te lo piden...

Personalmente, si me preguntás, pienso que sos un maricón. Aparte... ni sé a dónde buscarte. Qué viveza la tuya, che. Decime dónde! ¿En los sótanos atestados del pasado, o en los malditos cajones vacíos del futuro?

Si te vuelvo a ver, aún sin conocerte (en sueños bien nos conocemos), yo creo que te rompo la cabeza. Y creo que te como los sesos, y me hago un asado con tus brazos y piernas, y convierto tu sangre en el vino de la casa, y me hago un gorro con lo que quede de tu cerebro. Y de tus pulmones... tal vez me los transplante. Y de tus venas... quizá cambie los cables de un amplificador con eso, no sé. Ponele que se puso violenta la cosa, ¿no? Bien, pará... recuperemos la compostura.

Quisiera poder preguntarle, en síntesis, por qué no nos llevó en su trip... a todos. Sí, a todos. Llevarnos un poco atrás, resolver las cagadas monumentales, ponernos corte zen pero en sintonía real con el centro de la tierra y el cosmos, y no un mero slogan amarillo (el color de la muerte y la decadencia, diría Artaud) "Arte de vivir" para quienes puedan pagarlo. Sobre el tiempo en sentido de las agujas del reloj... yo prefiero no adentrar en tales cosas. El futuro que venga y golpee, che.

Ahora bien: realmente te pido disculpas, no es por agarrármela con vos, pero... vos sabés... la impotencia es el motor de los débiles a rompernos la saviola en la cuadra que viene con un pobre corazón vestido de gala, ajeno, seductor y lúgubre, a la vez.

Antes de cerrar estas palabras... entro en consideración... ¿a qué correo atemporal podría dirigirme? ya que las palabras se guardan dobladas contra sí mismas con un sobre blanco donde mueren, y estamo', ¿no?





(en tu memoria, Mateo; y la suya, amor que ya no es)
¿Pero a quién querés engañar?
sábado 5 am
¡más vale!
te desvivís
y tu cabeza muestra el goce de tu amado/a
en manos de un tercero
y todo es terrible
y la realidad golpea tu quijada con un golpe de muerte, que es un golpe análogo a tu sensación:
de muerte
y la poesía no se trata sólo de desahogarse
(debería saberlo)

sábado, 16 de marzo de 2013

Antídoto

Por qué subestimar
nuevos cúmulos de miel
que vierten sobre mí
todo su ímpetu;
el oro de los árboles
lleva dulces premios
a quien sabe aguardar
a que uno de esos vaivenes del tiempo
juegue para sí.

viernes, 15 de marzo de 2013

Qué mayor demostración
del amor que supe cultivar en mí
(pese a lo trunco
pese a lo que nunca será)
que soltarte de este laberinto
que tiene mi nombre?
Mal que pese...

Descripción de un estado críptico

Un mareo que no califica de fiebre, pero que cuenta, acaso, con la suficiente personalidad para enamorar a tu rechazo, a tu miedo de muerte. Un limbo de numerosidad de ojos hostigándote, invitando a salir del sí mismo para ver el mundo suspendido en el aire, infiltrado en las capas intermedias del universo terreno.
Incertidumbre de fuego que se funde en las cenizas de la supuesta certeza, vacilación zig-zagueante del estado general de las cosas, imágenes en la nada que punzan en la sensibilidad con el filo de los dientes de un león supremo, feroz, absolutamente voraz.
Manos que se diluyen siguiendo las comisuras del rostro de un cerro inhóspito y sombrío. Manos que ya son dos, una, ninguna.
Sofocación progresiva y enrosque interestelar dispuesto en un escenario plantado especialmente para el desgarro del ánima, y la sensación del orto de haber visto hace ¿¡cuánto!? que aquel reloj de plastilina, al estirarse, inexorablemente iba a cortarse. Aquí es donde la noche cae a peso muerto sobre los anémicos hombros del devenir.


Por las tuberías... a lo largo del camino ferroso... por las mañanas, dificultoso camino, agua corrosiva que lava la cara y las partes impúdicas (o lo que mierda sea... ¿qué significa esa palabra del orto que todos usamos desde la ignorancia más inescrupulosa?); y, por cierto, en realidad, ¿de qué higiene se habla? joder... te mestiste en un tubo de agua filtrada que supo tener hasta un cuerpo flotando encima, o quién sabe, y hoy te come los huesitos con el hermoso auspicio del cloro; pero vos le das, pa, pa, pa, vía nomás en la vorágine de corazón aventurero, otrora dormido, hoy motor con alimento vasto dentro de sí para irse de Claypole a Chingolo corriendo y cantando la Marcha Peronista, y aún con tiempo suficiente y descarado, incluso, para repasar uno o dos standards hasta que escucha a su mente racional y reflexiona: Es imposible meter la viola por la cañería del ojete, para qué intentar... qué lo parió... qué papelón... uy, uy, uy, ay, ay, ay.

Hay cada forro que considera que la poesía sólo debe valerse de la puta rima, del ampuloso y/o molesto y barroco verso caldeado a muerte de empacho, de "empalagosidad", qué se yo. De todos modos uno se va al carajo porque ¿de qué mierda se trataba el verso de la cañería?

... (latencia) ...

 ¿y a mí me preguntás, boludo?

Pasan los días y necesito fuentes de inspiración para no escribir cada mierda que se me cruza, pero mi café sabe amargo como pedo de ginebra o de momia (respectivamente), y el agua de las cañerías tal vez influyó en la imposibilidad de ósmosis y correspondiente imbecilidad de mi parte, tarea de responsabilidad tal vez variable, pero que llevo a cabo con irrefutable éxito.

Como diría Artaud en su Ombligo de los Limbos: A Mirtha Legrand, lo que corresponda.

Qué hacer...

Nada que aún pueda
nada que deba
nada que sea justo
nada que no sea en vano.

Nada que no sepas
Nada imprevisible
Nada saludable,
Nada,
Nada.

Redúcete a eso y quédate ahí con la forma de la no-forma
en la uniformidad de no ser,
permanece amorfa en el equilibro de desaparecer de mí
Desvanécete para mí
Sobretodo de mi mente.

Sé feliz
en los tiempos libres que permita TU mente,
tu alma,
tu cuore.

Si pudiera pedirte la felicidad de no haberte conocido...
vaya regalo preciado el que me ningunea el tiempo.
(será que lo merezco)

miércoles, 13 de marzo de 2013

Adelante, sírveme de las razones
para descomponerme y redimirme
soltar la mano, escupir la tierra
arrepentirme, arar de nuevo
sembrar el día que sonríe
sabiendo siempre que su mueca es falsa.

¿Sonreír?
es difícil despertar
y no tener canciones que llenen el espacio vacío
que duerme a los pies de mi vientre

¿Amar?
es fácil desprenderse si pálidas manos
te sacan de mí
así como así.

Corazón:
ya hizo las valijas
para el viaje que empieza
y no claudicará.
y será que sí:
debo entregarme nuevamente a las bocas que no corresponden
a los cuerpos que no me reconocen
a las noches voraces
a las lágrimas de fiebre
a los escritos en los cuales apago el corazón como un pucho insignificante contra el cenicero en el que se convierte mi estúpido cúmulo de sentires que me fagocitan sin piedad...

"Ay... Leonel"... me dice mamá...
es que ella me ha visto en el suelo
tendido como un ocaso irreparable
y envuelto en la bruma espesa.

Este es el comienzo, nos conocemos las fauces como gato y ratón:
mi corazón hablará una vez más, desde el dolor pero también
desde una luz nueva que se abre y que dice
que haré lo imposible por desgranarme
para siempre.
Lo peor es cuando te encontrás con esta situación calcada:
Pasan los años
Pasan los jugadores
Lo que no pasa es el amor de esta gente!

Salvo Huracán,
yo creo que sí pasa.
Y esta vez tengo la triste certeza
de que va a doler...
una vez más.

Y se parecen:
a las flores;
a los mares:
sombríos
y vastos...
Fracasos.

ey!

¡acá estoy!
Grito desde el silencio! mi vida condenada al constantoxímoron
¿qué pasa que no me mirás?
¿tengo que estirarme, estratósfriendly?
o es que debo taparle a todos la cara con marcador indeleble?
¿qué sucede que tus ojos...
ya no repiten el aplauso de pestañas
que al tonto ego de mi ternura (sino al revés) le
encanta?
¿qué pasó con el perfume que yo advertía
quedarse aferrado a dientes y uñas
a cada prenda mía que, siquiera, besaba la misma atmósfera que la tuya?

¿Dónde me hallo sino en la mira inexorable
con la que solías hace magro tiempo medir la zona de ataque?
(yo habría de dejarme)
¿Dónde me encuentro sino extraviado
en todo lo que sea que alcancen tus brazos?
(que hermosamente y siempre tienen mi forma)

Si me estás leyendo
que no te cause rechazo
soltar las palabras de los ojos
vencer a este orgullo con cara de sicario insensible
y tomarme de una vez y para
siempre, Melanie.

martes, 12 de marzo de 2013

Y si peregrino próximo al abismo
es porque busco, a inconsciente precio;
yo te busco por dentro de los cables de un tiempo empapado:
todo estallará, paisaje de electrocución.

Yo te quiero a los pies de la impiadosa muerte,
que me encuentra desgajándome bajo la ígnea mirada solar;
te encuentro en el césped, privándome uno a uno
de esos pétalos vitales
que me daban sentido.

Yo te amo más que nunca desde el silencio implantado por un turbio devenir
que trae viento pero también besos, resurreción, ¡amor!
te deseo incluso más, desde la atribulada noche
en que la sospecha plantó pistas falsas,
que no impidieron, sin embargo, que el pálido astro escamotee las penas.

Desde nuestra flamante película sordomuda
me visto de negro, maquillo de blanco,
y compro una galera:
a ver si llego a encontrarte...
Nena
tu piel
me significa;
me da pan,
sin trigo mediante
me da ocaso
sin atardeceres
me da luna
(anticipada, ella)
y tus besos
me dan, agridulces,
las puñaladas del amor
que me encuentran permeable
y caigo súbitamente
en el laberinto de abrazos
que no son otra cosa que aquello que llevas siempre
bajo tu dulce ala
que me hiere y encanta
sombras de miel
de abejas
de ébano

domingo, 10 de marzo de 2013

Las copas guardan en el alcohólico líquido
lo proporcional con respecto a cuántas esperanzas quedan en tu bolsillo:
a medida que ella bebe de los vasos
que él sirve, como siempre en estos casos,
ese bolsillo se desnuda paulatinamente,
y quien escribe no quisiera que haya más proporciones por el estilo,
sobretodo si en vez del vaso la comparación se mueve al depositario de esperanzas, llámese (nuevamente): bolsillo

miércoles, 6 de marzo de 2013

y lloran:

los niños, los viejos,
los del medio;
los animales,
los parques,
los días,
(y fundamentalmente esa plena luna llena);
las consumaciones de sábados por la noche y domingos al mediodía,
los luchadores atemporales, del cosmos y de la tierra,
todos ellos, encarnaciones o no,
se visten hoy de luto,
aunque mañana se celebrará,
porque es una farsa,
(y ellos lo saben, naturalmente)
no tanto por ser una idea despreciable,
sino por aquella férrea promesa, más bien,
de que la Estrella
es el destino, y qué mejor que haberte reuinido
no con una, sino con miles, millones,
para que astronómicos dígitos correspondan al cielo eterno de las revoluciones, y sean miles,
insisto, millones,
y los desposeídos y olvidados de siempre, un romantrágico recuerdo
contado por los verdaderos voceros,
de la Libertad de los hombres, vale decir:
aquellos que atribuyen el rojo no a la vergüenza o al rubor,
no a la cólera o a la decidida frivolidad,
sino, claro, a eso que has sembrado en tantos:
la Dignidad.



HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, COMANDANTE HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS. TU LUCHA NO SERÁ EN VANO.


Esperarte

Si me lo pedís
con una mano en el pecho
y así, con los ojos embebidos en agua
(que lava la cara,
que lava el corazón)
yo, convertido en esta débil masa que se deshace
y abrazando flamantes formas (que ya no son tales);
con la mente enferma
pero con intacta convicción de amor,
con la certeza de añorar tu imprescindible cancion envolviéndome,
te prometo que quedo tendido en la llanura del tiempo
al ras del centro de la tierra
al filo de la decadencia que no habrá, esta vez, de corromperme
yo beso la melancolía de esperarte.

(a Melanie; mi amor, mi compañera, mi canción de noche y de día, de esperanza y resurreción)









lunes, 4 de marzo de 2013

Excepciones

El camino marca los pasos indómitos;
La presa elige su parte más jugosa;
El asesino deja las huellas pertinentes;
El filo del cuchillo disculpa a los dedos, y los besa;
La fiebre lo deja dormirse, esta vez.
La desértica musa se viste de agua para él.
El tambor le concede al pálido, aquel toque ancestral.
El amor no exprime su piel como vulnerable cítrico.
El domingo no traza lazos con el fracaso.
Pero el hambre insiste, y cocina la muerte de alguien que aún no existe.

viernes, 1 de marzo de 2013

y un día lo supo:

descubierto el velo,
empapado el puñal pero
en indecisa agonía,
y con los ojos, como nunca, al desnudo
para aburrirse bajo tierra de una vez, y para siempre
sin nada pendiente
sin llamadas por hacer
sin manos que acariciar
sin un cuello que someter
sin el sabor indigno de la impotencia:

el rostro del enemigo
era el espejo
que todo contiene

martes, 26 de febrero de 2013

La casa seguía siendo la misma, obviando lógicamente el estigma insoslayable del tiempo; todo estaba donde había sido dejado otrora; incluso ese viejo reloj de pared que todo lo observa desde un aparente y macabro silencio (silencio que se rompe ni bien se siembra sospecha acerca de su sigiloso caminar).

Había tomado mucho tiempo organizar las piezas necesarias para tamaña empresa, quiero decir, la que al regreso respecta. No fue fácil desprenderse del presente y del futuro para jugarse el todo por esa (posible y aparente) nada. Sin embargo una suerte de frenesí interno (no como esos fuegos cotidianos sino uno realmente vasto, apoteótico) le pidió desde la mismísima perla interior, volver unas cuántas páginas, capítulos, ¿libros? para buscar ese sinsaber que lo llene, que le dé forma, que lo empape de placer, que lo (re)signifique.

Muchos (generalicemos para hablar de lo que no sabemos) suponen que esta especie de auto-revisionismo conlleva una (otra) suerte de baño espiritual digno de ese riesgo, mientras los menos (sin incluirme en ninguna parte y, ¿por qué no?, pecando de tibio) creemos que el dolor y la nostalgia son amantes del filo de los besos.

Bien: centremos la atención en la casa, en el hombre, en la historia, léase, en el tiempo (y su paso inclaudicable). Vaya a saber cuál fue el motor del quía en cuestión para retroceder vitales casilleros en pos de... ¿qué? el asunto es considerar que el haber pensado que la casa estaría vacía era muy ingenuo de su parte, tanto que hasta doy por hecho lo previsible del asunto: habría que decidir, esta vez, cuál de los dos ocuparía el lugar correspondiente en ese umbral fosforescente, dado que la mujer dueña de los senderos del sentido ya no está, y cuidar de los gatos, cuando no de uno mismo, no es tarea nimia.

lunes, 25 de febrero de 2013

¿Raro?
Raro es el escrito que no te contiene, siquiera tácitamente.
Raro es el día que no acaba sin traerme de esa fiebre-glucosa.
Raro es pensar que tu mirada se guarda fotografías para sí.
Raro, realmente extraño: es saber que el viento te roza y yo no: delimitado por un hielo omnipresente.

lunes, 18 de febrero de 2013

Los espejos rompían a diario con su anémica estabilidad psíquica, lo cual un poco jugaba como muestra de su dualidad característica (la suya y la del espejo, dualidad que, por cierto, lo somete a un sinfín de situaciones confusas, sobretodo cuando la ayuda de un tercero [o de él mismo, en rigor] no está entre las posibilidades).
Supo contarme de aquel episodio confuso una mañana en la que, según dijo, el sol no pudo con sus bajas intenciones respecto de someterlo al peso incomensurable del tiempo, el sueño, y esa vieja frazada que conoce acerca de los límites (y más allá) de la perseverancia, o (y acaso sin escalas), de los de la decidida obstinación.

Cuestión: el tipo me dijo que se lo tragó un espejo. Así nomás; sin tapujos, de frente mal, de una, zarpó. Bien. Evidentemente zafó pero, y lo digo de manera franca, tuve miedo. Y no adentré... me salitré de allitré al instantré.

El tema es que me llevó un buen tiempo procesar semejante (tan flamante) sapiencia: resulta que no podés ni hacer la fila para des-hipotecar un poco tu alma (presa inherente a la naturaleza de un león traji-corbato, capitABISMO) que ya corrés el riesgo de quedar atrapado (con todo y consciencia y bajezas y lo que sea) entre los confines de la inminente yeta hepta-tónica (la del espejo-guitarrista te la cuento otro día).


No obstante, lo que aquí importa es saber: ¿qué escamotean los espejos? ¿qué suerte de pasadizos nos guarda ese mundo paralelo en donde tal vez encontrarnos una segunda billetera, una segunda mujer, una tercera guerra y una infinidad de neo-logismos, sea la manera de coquetear con un infierno agridulce?

Yo creo que el miedo no pasa por la indecisión; ("yo me mando", dirán). El asunto verdaderamente jodido sería quedarse atrapado, al menos, por siete años, y no tener ni siquiera un disco de Mateo o el Flaco.




sábado, 16 de febrero de 2013

un súbito frío
vedó mi pecho
un más allá... cercano, más bien;
jalando de mis pulmones, con una soga de tiempo,
tiempo que también se veía
en tan elástico afán
y la cabeza, como universo supra-terreno
(ensalada intergaláctica dentro de una psiquis avinagrada:
todo lo puede
todo lo vierte
todo lo que no: sugerirlo divierte)
y Tadeo me ve y comprende y su luz me cuida;
Hugo también aunque (intuyo) sin saberlo
y la casa es la misma
y la gata está ahí
y el amor es un recuerdo que adormila o anestesia nuestra eterna necesidad
de coquetear con los subsuelos
(dolorosos, pero siempre dulces)

domingo, 20 de enero de 2013

El sueño cúlmine (para acunar a las mariposas de Tade)

Vienen a dormir
(pienso)
y así como besan el jardín
se vuelven
luna
trasgrediendo incluso
el día
que nos
vence

Ma
ri
po
sa
luz de
cuento


apenas oí
del despliegue
final
de tus alas

vi agazapada a la muerte
que ríe
y llora
y todo lo cubre


Vuelan en sueños
lúgubres y alados
o acaso vienen a beber
de este silencio de duendes
que arde en audio
como una verde

música