Nuestro insólito encuentro
trocó venenos
en virtuosa sincro de amor
Tu insolente llamado
Ablandaría el corazón
De los hombres plateados
Tu símbolo reparador
Ató siempre los cabos
de nuestro enclenque amor
Estuvo escrito, Mateo
y nuestro abrazo es infinito
Como el recuerdo
Como este sinsabor
Resuena tu maullido
en cada dolor
y así lo hará en cada satisfacción
Resuena cada trazo
de tu eterno pelaje en mis manos
como una música inolvidable
Resuena tu mirada
Como el último sorbo
en un desierto insoportable
Tu adiós inesperado
Domingo de domingos
Clausuró mi corazón
Tu sorna maravillosa
Dará cuerda para siempre
A este pequeño motor
Tu uña entrañable
Se aferró, imborrable
A lo profundo de mi alma