tu dulce resplandor
transitorio
y amargo sinsabor:
pleamar cuidando tus aguas
Destellos
de luces que se erigen en tu centro
pugnan en tu interior
con recelos de dolor
Siempre te hará mal
lo que no podés cambiar
Siempre encontrarás
en mis ojos ventanal
Vení, asómate y reí
Sabemos
las sombras se camuflan en el Centro
vidrieras, abalorios, sortilegios
irrumpen al calor
de un silencio embriagador
Creemos:
el devenir del tiempo escupe truenos
sobre las manos sucias
de la gente
cuyo goce arranca
flores
Siempre habitarás
los refugios que te armás
con restos de corazón
tiza, pizarrón y amor
Siempre invocarás
a esa piba hologramal
que el espejo un día vio