tropezaba con la torpeza
(aunque noble)
de mis..¿miedos?
lo cierto es que creí que no;
como todo viajero que no mira atrás
por miedo a saberlo todo
y seguir perteneciendo
mas, ¿yo que pierdo...
magras monedas...
domingos, nubes botonas?
¿de qué molino hermano
recogiste uvas maduras
para embriagarme de ternura
y sonrojarme previo a tenerte?
¿Me das la mano...?
o, talladas en agua dulce, en verdad... ¿ambas?
¿me quieres vivo
para despertares al vientre del suelo...
o me prefieres ciego
para no temer a perderte?
Veme
¿no somos fiel reflejo, acaso,
de lo que viene edificando
y nos presta su hombro
para compartirlo?
Véote
y me sonrojo
sos toda de ocasos dulces, Melanie
Tal vez yo te quería
y por eso te quiero
a primera hora del día
Guardarme tras mis párpados para ejercitar un viaje a más allá de la muerte. Leer la verdad en mis propias huellas (madres de su tiempo). En mi gente del alma delectar la concientizada caterva. (Miguel Abuelo)
martes, 25 de octubre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
No tienen sentido
(los minutos robados
los segundos digitados)
ni una mano grande
meciendo la calle
a contra voluntad
de cada uno
(todo se agita)
escamoteando su voluntad
(y todo bulle)
profanando esas almas de bibliotecaria
(burocrática, en el fondo)
Sí
en cambio, sentido, yo siento
en el resto
¿quién supuso obligatorias
rendiciones de cuentas?
¿quién dispone cada beso
que daré o no, cara al suelo
con mi triste vientre?
¿quién impone cielos
donde malezas sugieren?
¿Televisión?
¿y fiebre?
¡quien pudiera callar tan frío, en diferido!
Ya muy amarillo resultara el mío propio
que condiciona tarde-noches:
mi soma (dirías, utópico),
diseñado por orfebres del aire
en consumaciones
(indistintas, ellas)
(los minutos robados
los segundos digitados)
ni una mano grande
meciendo la calle
a contra voluntad
de cada uno
(todo se agita)
escamoteando su voluntad
(y todo bulle)
profanando esas almas de bibliotecaria
(burocrática, en el fondo)
Sí
en cambio, sentido, yo siento
en el resto
¿quién supuso obligatorias
rendiciones de cuentas?
¿quién dispone cada beso
que daré o no, cara al suelo
con mi triste vientre?
¿quién impone cielos
donde malezas sugieren?
¿Televisión?
¿y fiebre?
¡quien pudiera callar tan frío, en diferido!
Ya muy amarillo resultara el mío propio
que condiciona tarde-noches:
mi soma (dirías, utópico),
diseñado por orfebres del aire
en consumaciones
(indistintas, ellas)
miércoles, 12 de octubre de 2011
Hurto
Si lloro
es por mí
claro
pero (ojo) asevero:
mi llanto evoca el abrazo que no te dieron;
ése, atribuíble a quien te quiso contra mí
(acéfalo abrazo)
porque así es como ellos quieren:
escoria
y consumidor
respectivamente
(¿entonces no somos, acaso, misma cosa?)
Si te miro y te vas
no sé qué decirte
ni siquiera es el miedo
(tampoco impotencia)
Por ahí (pienso)
si me devolviste los lentes
fue realmente
(amén de cursilerías)
para verte mejor
(aunque no fuese, tal vez
la circunstancia mas amena)
es por mí
claro
pero (ojo) asevero:
mi llanto evoca el abrazo que no te dieron;
ése, atribuíble a quien te quiso contra mí
(acéfalo abrazo)
porque así es como ellos quieren:
escoria
y consumidor
respectivamente
(¿entonces no somos, acaso, misma cosa?)
Si te miro y te vas
no sé qué decirte
ni siquiera es el miedo
(tampoco impotencia)
Por ahí (pienso)
si me devolviste los lentes
fue realmente
(amén de cursilerías)
para verte mejor
(aunque no fuese, tal vez
la circunstancia mas amena)
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