los que están
los que se van
los que, en rigor, nunca fueron:
todo vía, tras la vorágine de fiebre
de un año que ha de guarecerse para siempre
en la casa hecha de olvido
(o no)
no sé...
si a mí me preguntan
quisiera ver de fiesta al pobre:
el rico nos ha asqueado
con su desfile de mesas ampulosas
teñidas de felicidad
(no habiendo esencia, supongo, que se jerarquice como sucedáneo...
o será que acaso no tuerzo
mi brazo de
fe)
Limpiar el espíritu
con un fuego de amor terreno
en las costas del hombre
que se lance a las aguas
de aquello por conocer
eso quiero, 365... 66 veces cuando mucho.
Guardarme tras mis párpados para ejercitar un viaje a más allá de la muerte. Leer la verdad en mis propias huellas (madres de su tiempo). En mi gente del alma delectar la concientizada caterva. (Miguel Abuelo)
lunes, 31 de diciembre de 2012
martes, 18 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)