Imberbes los miedos
los armónicos fictos
el recelo primero
y encabezando la jugada: aquellas huecas (típicas) vociferaciones que a una (imposible desde la suspicacia pero cruda, tangible, real y certera en la praxis) idiotez conforman y consolidan como tal.
Ahora bien: imberbe
no implica jovial...
... mucho menos espiritu
pues, ¡vamos! hazte de tiempos
reniega, en el hastío,
de esta perezosa muerte
que ríe
llora
y todo
inc-
umbe
Que se vista de verde
la mona
que se llame doncella
e invite a jugar
Desenvuelve, indoblegable, la guerra final
cuyo cúlmine anfiteatro
sabe a pensamiento
más que a corazón.
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