Lo oculto

Di la verdad frente a un diván
y las palabras que incomodan a todos
Di el corazón frente al dolor
Vi mi esplendor escondido en el lodo

Ah... ego me ha engañado
sé que no estoy señalado
es tan tonto el pensamiento
aunque también tentador

Me analicé hasta saber
que los enigmas se refugian en verbos
aunque no quiera esto decir
que de aquí en más abandonaré el velo

Ah... sueño vagabundo
me persigue hasta este mundo
quiero descifrarlo
huye como un pájaro

Quiero poder deshenebrar
toda verdad agazapada
Desenredar lo que hace mal
sombra del sol, tan descarada

Ah... sueños tan profundos
me susurran lo oculto
debo poder retenerlo
y así soltar lo que fue

Junio ardía de azul
y vos diste diferente tu mirada de siempre

Tal vez no supimos,
no salió
¿no se quiso?, siendo cruel como el diván

Duele, como siempre, ir hasta ahí
la inconclusión grabada en el tiempo

Duele pensar que estiramos tu dolor
y el regocijo perverso en el que fácil es perderse

Lo que sí, creo, tuvimos
Fue despedida
Dignisima despedida

Te estabas yendo y al oírnos entrar
La estiraste un poco más
Porque nada de melodrama
Lo tuyo era secreto

Es extraña la forma en que alcanzamos la paz

Es extraño el trayecto,
edificado de a pequeños retazos
de eternidad
que es el tiempo del no poder más

Los humanos nos fumamos el tiempo a baldazos de desesperación
morbo
Ego desmedido
Bah, estupidez

Hay mucho que aprender de vos
Y los tuyos

Qué decirte
(como queriendo recuperar el tiempo
Pero no ése,
Sino el de la mirada
el del llamado
el del tacto del cuerpo acalorado)

Qué decirte que te alcance
Más ahora en otro plano

Nada te opaca
Nada aplaca tu fuerza de gato dignisimo.
De ser oculto para morir como el rumor, sin más
Sin mayor aviso que el de visitar los lugares incómodos
Sin tanto alboroto.

Te abrazo para siempre en mi corazón, Bonito.

Las mismas cosas

Las mismas cosas me envuelven
como retrocediendo, inconcientemente
mismo lugar... ya quisieras, ¿no?

Rebobinar al menos un segundo
disimular que se acaba el mundo
Verte brillar: rostro lleno de sol.

Dar lo que no hay
por mirar lo que fue
Verte llegar, cual primera vez

Desconocer lo imperfecto en vos
ver al dolor como lo que no es.

Introspección:
pesca en el tiempo.

Buscarás la llave
para desactivar lo que no duerme

Revolver eso que vuelve
dejar salir lo que no muere.

 

Insisten, imponentes, bruma
y rumor.
Deshojamos el tiempo, desoyendo el llamado
Y no existe, acaso,
cielo más claro.

Provee, inspirada, esta Inmensidad
Ocupada, su mano, de todos los hilos
Y siendo éstas, las horas elegidas
Urge empaparse

Vivimos las veces de fiebre y dolor
Casi sin fe
Con resignación

Si el viento hoy trae a esta mesa el amor
Que venga, insolente, y recree su gracia

Nuestro más allá está aquí
Vestido de eclipse
De luna emperatriz

Nuestro globo danzante rió
Consumado su sueño menor

Caminar, mi amor, estas horas de agua y de a dos
es lo que resta, nomás.

(a Ludmila)