Mi cuarto, el caos
tus manos, algo análogo...
mis ojos, anhedonia;
los tuyos, perdición.
Tu ocaso, primaveras
para esta noche que se entrega
y el crespúsculo de la mañana
motivo de un llanto
que rebota en ningún lado
¿Tu canción?
¿tu poesía?
¿tus palabras?
¿tus cadenas?
Acaso, la hermosa fachada
de una corrosiva prisión
(y todo es vedado:
"Farsamor"... envenena)
El pecho se descompone
y los retazos de espíritu
escamoteados por el suelo
piden a gritos abrir: ¡abrir los ojos!
Los besos, amarillos
desean el invierno
que nunca va a venir
(y secretamente mueren)
Los huesos, grisáceos
que tronaban bajo tu abrazo
retoman su labor histórica
de simple evidencia orgánica
Las cosas, nimias, todas
que nos miraban, recelosas
ya no se interesan
no vale la pena
(No)
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