miércoles, 30 de noviembre de 2011

El todo es mucho más que la suma de las artes

Ir al cine
ver la tele
almuerzos puntuales
leer sobre el silencio
(tarea difícil, si las hay, por cierto)
Hete aquí numerosas
(aunque insuficientes, no obstante, en lo que a números respecta)
razones por las cuales muchos de estos trozos de carne parlante
comúnmente denominados ... ¿estrellas..? ¡Hombres! (besa, susurra y corrije a mi oído, un precario aparato)
sugieren factible la domesticación de ánimas
Y, ojo:
el positivismo de las artes
es análogo
¿no nos hace mejores cristianos
este cúmulo sombrío de títulos que juntan polvo
?, sugiere un profesional, que sin embargo deviene en inobjetable novato (el resto del día)
pues, el polvo sabe a muerte
la cual a su vez está hecha de un cemento olvidado
y resquebraja
y, francamente:
para mí es insostenible
(siendo que hoy porto un vehículo que casi no me pertenece)

Entonces ¿el todo es la canción?
¿la felicitación anémica?
¿o su devenir burocrático?
El todo es más que la suma de las artes
mucho más
y se parece tanto a lo empírico
que asusta a los facultativos
y a mí mismo que desfallezco en un apuro
con los talones gastados
(y ahí el tiempo, que corre, pisa y no espera)

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