La costa luce lo que ha devuelto el mar.
Te ví llorar por mí.
Fantasmas de un pasado que ha vuelto a salir.
Danzan enfrentadas la voz y la atadura.
Un paso, un gesto, un espasmo.
Esquivo, cruzo y escapo.
Una mirada menos es un cuarto perdido.
El cuarto perdido se vuelve cuerpo extraño
éste, aún inmóvil, se vuelve lejano.
Distorsión,
Aquella vieja obsesión.
Espejos que devuelven a escala del dolor.
Reptiles que saturan toda habitación.
Mareos delegados de un futuro mejor
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