jueves, 5 de mayo de 2011

Ajá...

¿Miedo?
No, por favor.
Llamalo si ves en mi
algún vestigio de silencio
(silencio hediondo y saturado de muerte)

porque francamente
(quizás muy a mi pesar)
No, mentira.
Pero francamente... (y deberías saberlo)
yo canto para tí.

Cuando no estás acá
no pretendo que corras
tras mis ojos
multiplicados

y cuando estás...
ahí sí,
te miran
como si hubieses vestido de colores
(colores, todos ellos, imposibles)

No hay comentarios:

Publicar un comentario