Las copas guardan en el alcohólico líquido
lo proporcional con respecto a cuántas esperanzas quedan en tu bolsillo:
a medida que ella bebe de los vasos
que él sirve, como siempre en estos casos,
ese bolsillo se desnuda paulatinamente,
y quien escribe no quisiera que haya más proporciones por el estilo,
sobretodo si en vez del vaso la comparación se mueve al depositario de esperanzas, llámese (nuevamente): bolsillo
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