Y si peregrino próximo al abismo
es porque busco, a inconsciente precio;
yo te busco por dentro de los cables de un tiempo empapado:
todo estallará, paisaje de electrocución.
Yo te quiero a los pies de la impiadosa muerte,
que me encuentra desgajándome bajo la ígnea mirada solar;
te encuentro en el césped, privándome uno a uno
de esos pétalos vitales
que me daban sentido.
Yo te amo más que nunca desde el silencio implantado por un turbio devenir
que trae viento pero también besos, resurreción, ¡amor!
te deseo incluso más, desde la atribulada noche
en que la sospecha plantó pistas falsas,
que no impidieron, sin embargo, que el pálido astro escamotee las penas.
Desde nuestra flamante película sordomuda
me visto de negro, maquillo de blanco,
y compro una galera:
a ver si llego a encontrarte...
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