miércoles, 13 de marzo de 2013

ey!

¡acá estoy!
Grito desde el silencio! mi vida condenada al constantoxímoron
¿qué pasa que no me mirás?
¿tengo que estirarme, estratósfriendly?
o es que debo taparle a todos la cara con marcador indeleble?
¿qué sucede que tus ojos...
ya no repiten el aplauso de pestañas
que al tonto ego de mi ternura (sino al revés) le
encanta?
¿qué pasó con el perfume que yo advertía
quedarse aferrado a dientes y uñas
a cada prenda mía que, siquiera, besaba la misma atmósfera que la tuya?

¿Dónde me hallo sino en la mira inexorable
con la que solías hace magro tiempo medir la zona de ataque?
(yo habría de dejarme)
¿Dónde me encuentro sino extraviado
en todo lo que sea que alcancen tus brazos?
(que hermosamente y siempre tienen mi forma)

Si me estás leyendo
que no te cause rechazo
soltar las palabras de los ojos
vencer a este orgullo con cara de sicario insensible
y tomarme de una vez y para
siempre, Melanie.

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